Estallidos de luz azul, viaje onírico
una estocada de hierro
cayendo perpendicularmente
despedazante, impoluta
atravesando un halo inexistente
y falseando en tu cabeza
en tu cara de gestos que nunca se entienden
en tus facciones ensangrentadas
golpe fatal y flagrante
a tu juventud misantrópica
(inintencional y bárbaro)
con furia animal espontánea
innecesariamente castigante,
llenándome la boca
de cristales sin gusto.
Y en cuanto me arrepiento
siempre fue tarde
–porque-
ya había despertado.
Y la desdicha, arrepentida
vislumbrada por el rabillo del ojo
antes de entrar en el punto ciego del nervio
tomaba forma de niño o fantasma
portando entre las manos
(ofrendando para mi horror)
tu sangre ya irrecuperable
siempre, también siempre
derramada sin razón.
Y a pesar de toda mi furia
tomo mis rodillas y grito
para que ningún sonido se atreva
a romper el sepulcro del silencio galáctico.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
me encanta como escribis, y me encata el blog :)
felicitaciones.
Muchas gracias por pasarte y tomarte la molestia de dejar un comentario. Saludos!
Publicar un comentario